“Padre Misericordioso, te pedimos por tu Hijo Jesucristo que derrames tu Santo Espíritu en nuestros corazones, para poder siempre recibir con docilidad el mensaje que nos quieres trasmitir en las Sagradas Escrituras todos los días, y dejar que estas nos transformen en canales de gracia para todos los necesitados de ti mi amado Dios. Por Cristo nuestro Señor. Amén.