Señor Jesús, maestro bueno, enséñanos a vivir una vida de fe a pesar de las consecuencias que tengamos que sufrir por creer en ti y en tu Evangelio. Danos la fortaleza para resistir las asechanzas del enemigo. Te lo pedimos en tu santo Nombre y por la intercesión de la Inmaculada Virgen María, tu dulce y santa madre. Amén.