Hermanos y Hermanas, no es fácil seguir a Dios, porque nos mando a un Hijo que nos pide perdonar a nuestros hermanos, nos pide que nos humillemos con los altivos, y nos pide que nos lavemos por dentro y por fuera, y esto causa incomodada, frustración y dolor. Pero ustedes estarán de acuerdo especialmente las que somos madres; que lo que no más duele es lo que más se ama, por ero amamos a morir a nuestros hijos; así mismo Dios amo a su hijo, y sufrió a morir cuando nos lo entrego, y sigue sufriendo cuando lo ve sufrir por nosotros. Oremos al Señor para que nos ayude a continuar luchando.