Señor Jesús, haz que tu reino venga a nuestro mundo, tan lleno de injusticias y tensiones. No me enorgullece sentir envidia y resentimiento de los demás, ayúdame a confiar en tu generosidad y misericordia, a confiar en que no me pedirás más de lo que puedo dar, y en que todo lo que me suceda pueda sentir el amor que me tienes. Amen.
Tú eres Señor, Poderoso y Soberano, no permitas que nosotros nos creamos absolutos y poderosos al punto de ignorarte y oprimir a los demás. Haznos ver que la meta es el Reino de Dios y su Justicia y que debemos ganarlo en el servicio y la compasión. Amén.
Jesús le dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, ama a tu prójimo como a ti mismo.
Pidámosle al Señor, que así como el acogió la súplica de esta mujer que provenía de la gentilidad, nosotros seamos también capaces de acoger aquellos que no cuentan para la Sociedad
Entonces dijo María:
“Mi alma glorifica al Señor
y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador,
porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
“El Señor es mi Dios y salvador. con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación. El Señor es mi Dios y salvador. Den gracias al Señor e invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime.Griten jubilosos, habitantes de Sión, Porque el Dios de Isarel ha sido grande con nosotros. El Señor es mi Dios y salvador.” (Salmo Responsorial: Isaías 12, 2-3. 4bcd. 5-6) Amén
En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contestó: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete”.
Señor Jesús, te pedimos por todos nosotros durante este tiempo de pandemia para que Dios Padre nos dé la gracia de reconocer su presencia en nuestra vida cotidiana, y de conocerlo como nuestro compañero constante en tiempos de soledad, nuestra alegría en tiempos de sufrimiento y nuestra esperanza segura en tiempos de incertidumbre. Amen.
Pidámosle al Señor nos ayude a tener un espíritu de niños, para no guardar rencor en nuestro corazón, para ser felices a pesar de todas las circunstancias que estén ocurriendo, pero ante todo, para siempre estar bajo la protección de Él
El que quiera servirme que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.
Señor, es difícil mantener nuestra fe, especialmente cuando tenemos dificultades serias. Haz que tu Palabra nos cimente en ti para que no temamos a nada y tengamos siempre la fe y la certeza de que tú nos acompañas y nos salvas siempre que acudimos a ti. Amén.
Padre lleno de bondad, te damos gracias por tu Hijo, Jesucristo, a quien enviaste al mundo para salvarnos. Gracias también por el don de la fe, que nos permite mantenernos firmes en la esperanza de tus promesas. Amén.
“Tu gracia, Señor, inspire nuestras acciones, las sostenga y acompañe, para que todo nuestro trabajo brote de ti, como una fuente, y a ti tienda, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amén.
Que la palabra de los profetas, Señor sean lámparas que iluminen la oscuridad de nuestro mundo. Ayúdanos a escuchar a tu Hijo Amado para que en Él tengamos la Vida que llena de esperanza a todos los que padecen y sufren sin entender por qué. Amén.
Pidámosle al Señor que este encuentro con Él, por medio de su palabra nos abra el corazón, aclare nuestra mirada y despeje nuestros oídos, que en este diálogo, podamos descubrir su mirada, su mirada misericordiosa, que nos devuelve la dignidad de ser hijos de Dios
“Tranquilícense y no teman. Soy yo”.
Señor Jesús, enséñame a tener confianza plena en Ti. Enséñame a tener confianza en los momentos difíciles de la vida, sabiendo que estás siempre junto a mí, sabiendo que siempre tienes Tus Manos Sagradas extendidas para tomar las mías. Consérvame SIEMPRE junto a Ti… no permitas que me aleje ni un segundo de Tu presencia.
Que el Señor nos conceda un corazón generoso que libremente podemos compartir con otros lo que nos ha dado. Amén.
En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús y les dijo a sus cortesanos: “Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas”.
Roguemos a nuestro Señor que nos conceda ese don maravilloso de descubrir en los hermanos humildes, sencillos, tu presencia Señor, tu mensaje, tu Palabra de vida eterna.
“El Reino de los cielos se parece también a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos.
Santa Marta es patrona de cocineras, sirvientas, amas de casa, hoteleros, casas de huéspedes, lavanderas, de las hermanas de la caridad, del hogar. Como Marta, la hermana de Lázaro, también nosotros renovemos hoy nuestra fe en Jesús y nuestra amistad con él. La vida divina puede transformar nuestra existencia en don de amor a Dios y a nuestros hermanos.
Jesús les contestó: “El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del demonio; el enemigo que la siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
“Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo”. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Pedimos a Dios que nos conceda la sabiduría para poder distinguir lo que bueno de lo malo paraqué así podemos construir el Reino de Dios en nuestra vida todos los días; todo los que son buenas acciones que nos traer la felicidad, la paz, amor, la alegría, justo y verdad. son realidad del Reino de Dios…. Amen.